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La ciencia retrocede a niveles de hace siete años por el recorte

El descenso de los recursos disponibles para investigación reflejados en los presupuestos del Gobierno es el mayor que nunca se ha producido desde que se puso en marcha el sistema moderno de I+D en España, es decir, desde la anterior Ley de la Ciencia, de 1986, y el inicio de los Planes Nacionales de I+D, en 1988. A esta conclusión rotunda llegan los expertos de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), que han analizado los datos pormenorizados del proyecto presupuestario presentado la semana pasada por el Gobierno de Mariano Rajoy. La caída pronunciada, además, continúa la tendencia de reducción significativa de recursos destinados a I+D+i desde 2009, cuando se invirtió la marcada tendencia al alza que se había producido en los años anteriores.

“Para 2012, el gasto no financiero en I+D+i que se proyecta está por debajo del nivel de 2005”, señaló este martes José Molero, catedrático de Economía de la Universidad Complutense, uno de los expertos de la Cosce en esta materia. “Hemos pasado de unos años donde parecía que el desfase con respecto a otros países podría ser eliminado, con constancia, a una situación donde las alarmas se han encendido de manera generalizada”, advierte la Cosce.

La partida global para I+D+i pierde 2.000 millones de euros

En esta situación, Molero reclamó que el Gobierno explique la política de I+D+i que va a seguir y cómo van a encajar las cifras mermadas del presupuesto. Hay que tener en cuenta que los dos ministerios con mayor dotación y programas de I+D son el de Economía y Competitividad (sobre todo a través de su Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación) y el de Industria, Energía y Turismo, y en ambos el recorte presupuestario es importante: 24% y 29%, respectivamente, destacó José de Nó, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), otro experto de Cosce en presupuestos.

La cantidad global asignada a la I+D+i en todos los ministerios asciende a 6.397,63 millones de euros, según el análisis presentado este martes, lo que supone 2.192 millones menos de lo aprobado en 2011, es decir, una reducción del 25,52%, que es superior al porcentaje de recorte aplicado al conjunto de los Presupuestos. La caída es similar en la investigación civil y en la militar, siendo muy superior el peso de la primera (un 88,16% del total), respecto a la segunda (11,83%).

El dinero que no se utilizó

Pese a las estrecheces presupuestarias en I+D+i, desde 2009, la Administración central ha utilizado solo una parte del dinero que tenía disponible. Para el antiguo Ministerio de Ciencia e Innovación, que dirigía Cristina Garmendia, las cifras son escandalosas: en 2009 usó (ejecutó, en términos presupuestarios) solo el 77,6% de sus recursos; en 2010, el 73%, y en 2011, el 62%. La ejecución de toda la llamada Función 46 (la I+D+i total de todos los ministerios) fue del 79,4%, el 69,2% y el 57,2%, para los tres últimos años, según datos de la Cosce. Los recursos no gastados retornan al Tesoro público.

Pero hay que desgranar las cifras para entender el panorama. El dinero que había disponible para subvenciones, del que se alimenta el sistema público de I+D, se fue gastando casi al completo en Ciencia e Innovación. Donde la ejecución fue muy baja, y cada año peor, fue en el capítulo de los préstamos, dirigidos a las empresas fundamentalmente. Pese a que quedaba esta partida sin utilizar, al año siguiente se reservaba más dinero aún, y sobraba más todavía.
En 2011, Ciencia e Innovación no utilizó 2.025 millones de euros, y el total de remantente de los ministerios en I+D+i fue de 3.016 millones, según el análisis de la Cosce. “Quien ha estado al frente en el Gobierno anterior debería explicarnos esta situación”, pedía ayer De Nó.

Mientras tanto, las operaciones no financieras, la subvenciones y gastos corrientes, tuvieron un fuerte ascenso entre 2005 y 2008. Desde entonces no han hecho sino retroceder, acentuándose la caída en los últimos años, señala el análisis de los expertos. En valores constantes (descontando la inflación), la previsión de gasto para 2012 se sitúa en los valores de hace ocho años.

En cuanto a los préstamos, la difícil situación económica y las perspectivas empresariales influirían negativamente en la capacidad de asumir aquel dinero disponible para operaciones financieras de I+D+i. Pero no hay que olvidar que, al aumentar tan notablemente las reservas para este fin, aparecía un total en los presupuestos de I+D menos dramático de lo que en realidad era. Hay que tener en cuenta, como señaló este martes De Nó, que los préstamos, en principio, no crean déficit público, a no ser que por alguna circunstancia no se devuelvan.
En 2012, las operaciones financieras mantienen un porcentaje superior al de las no financieras, aunque caen ligeramente, hasta un 58,79% del total.

“Ahora sufrimos el mayor recorte desde que tenemos registro”, señaló Molero. Al hacer el análisis en valores constantes, es decir, descontando la inflación, resulta que “lo que la Administración central va a poner para subvencionar la I+D+i en este ejercicio apenas supera lo disponible en 2004”, resume el análisis de la Cosce.

Lo que es esencial es mantener las actividades de generación de conocimiento, la clave del sistema de ciencia, señaló De Nó. Y la situación es “muy preocupante”, dijo, aunque el impacto de recortes anunciados puede no ser tan grande como las cifras indican, dado que una parte importante de la disminución corresponde a los préstamos, operaciones financieras dirigidas al sector industrial, que en los últimos años se han reflejado abultadamente en los presupuestos pero que luego no se han utilizado. “A lo que hay que estar atentos es a los recortes estratégicos”, añadió este experto.

De todos los programas a través de los cuales el Estado ejecuta sus políticas de I+D, los expertos de la Cosce se centran en aquellos en los que es mayor el impacto del recorte general de los 2.192 millones de euros. Los dos programas con más de 1.000 millones de euros son el de Tecnología Industrial (enfocado a las empresas) y el de Fomento y Coordinación de la Investigación Científica y Técnica (con el que se financian los proyectos científicos competitivos del Plan Nacional, así como los programas Ramón y Cajal y Formación del Personal Investigador, entre otras cosas). Sus asignaciones (entre subvenciones y préstamos) se ven reducidas en 770 millones y 747 millones, respectivamente. Otros dos programas con recortes superiores a los 200 millones son el de Sociedad de la Información (-217 millones) y la I+D de Defensa (-221 millones). Sobre estas cuatroiniciativas, señala el análisis, recae el 91,7% del total de recorte de la I+D+i global.

Como las cifras adquieren significado en perspectiva, los expertos señalaron ayer que los dos programas de mayor dotación habían mantenido su presupuesto en los últimos años —con oscilaciones menores— y es ahora cuando se ceba con ellos especialmente la caída de recursos.

En los años anteriores, sin embargo, habían sido los organismos públicos de investigación, como el CSIC, los principales perjudicados de la contención del gasto, al acumular un descenso de sus presupuestos superior al 30%. En 2012, sin embargo, la caída de las transferencias que reciben del Estado es modesta: un 4,7%.

Además de Economía e Industria, otros ministerios tienen actividades de I+D, pero su peso en el total es comparativamente bajo. Pero es significativa la reducción de fondos gestionados por Educación, debido, sobre todo, a la caída en los programas de Investigación Educativa e Investigación Científica, señala la Cosce.

“Es cierto que no se pueden analizar los recursos de la Función 46 del presupuesto [que engloba todas las partidas dedicadas a I+D+i de todos los ministerios] al margen de la situación económica española”, señaló Molero. “Pero, por otro lado, hay que plantearse: ¿Qué se espera de la I+D+i para salir de la crisis?”.

Fuente: Alicia Rivera para elpais.com
 

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