Los perros pueden adivinar el tamaño de sus congéneres por sus gruñidos

El investigador principal, Péter Pongracz de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, Hungría, ya había demostrado con anterioridad que los perros emiten diferentes gruñidos con diferentes fines, y que tienen un gruñido específico que significa "éste es mi hueso". El nuevo estudio según indica PhysOrg.com, trató de determinar si los perros pueden identificar el tamaño de otro perro al oír su gruñido.

Los investigadores reclutaron 96 perros de distintas razas y edades de la base de datos del Clever Dog Lab en Viena. Presentaron a un grupo de prueba de 24 perros la proyección de dos imágenes de un perro de gran tamaño (más de 60 cm) u otro pequeño (menos de 52 cm): una de tamaño natural y una del mismo perro pero aumentada o disminuida en un 30%. Luego se les puso una grabación de un gruñido específico que emiten los perros para proteger su alimento, bien de un perro pequeño o grande, que provenía del punto central entre las dos imágenes. Los investigadores filmaron el comportamiento de los perros para determinar en cuál de las imágenes se fijaban en primer lugar y durante más tiempo.

A los perros control se les mostró imágenes grandes y pequeñas tanto de siluetas de gatos como de formas de tipo triángulo mientras escuchaban los gruñidos. Los 24 perros del grupo de los gatos estaban familiarizados con los felinos y, o bien vivían con un gato o lo habían hecho en el pasado. A un grupo de control final de 24 se les mostró imágenes de perros grandes y pequeños mientras escuchaban el ruido browniano.

Todos los perros eran animales bien socializados y realizaron el test mientras su dueño estaba presente para alentarlos a sentirse cómodos en el ambiente del laboratorio. Para garantizar que los propietarios inconscientemente no influyeran sobre el comportamiento de su perro, escuchaban música a través de auriculares durante todo el experimento y no pudieron oír los gruñidos.

Los resultados, publicados online en la revista PLoS ONE, fueron que 20 de los 24 perros de prueba miraron en primer lugar la imagen del perro de tamaño apropiado y durante más tiempo. Los controles a los que les presentaron las imágenes de triángulos mostraron poco interés en las mismas, mientras que los que vieron imágenes de gatos pasaron más tiempo mirándolas.

Los perros control a los que les presentaron las fotos de gatos a menudo miraban en primer lugar la imagen de la izquierda, un hallazgo que apoya estudios anteriores que han encontrado que los perros tienden a mirar hacia la izquierda cuando se enfrentan a algo inesperado. No se encontró este sesgo en los otros grupos.

Pongracz afirma que la capacidad de los perros para emparejar el gruñido con la fotografía de un perro del mismo tamaño es un "talento cognitivo complejo visto anteriormente sólo en los primates". La investigación también muestra que los perros no mienten sobre su tamaño y ésta es la primera vez que un estudio ha puesto de manifiesto que los animales pueden determinar el tamaño de otro por el sonido que éste emite.

Fuente: María Villagrasa Ferrer para portalveterinaria.com