Icoval alerta a los municipios que esterilizar las colonias exige un presupuesto y un plan

Tanto la Ley 7/2023 (nacional) como la 2/2023 (autonómica) reafirman y amplían las competencias de los ayuntamientos en materia de tenencia de animales de compañía en general y sobre la gestión de colonias felinas en particular. Más allá de fijar como meta el sacrificio cero, tal legislación establece que serán los municipios los responsables del control poblacional, sanitario y de la identificación de los miembros que formen parte de esas colonias. Y para cumplir tal cosa ambas normas mencionan un instrumento: la aplicación de los programas CER (Captura, Esterilización y Recuperación). Pues bien, el Colegio de  Alicante (Icoval) denuncia que, en demasiadas ocasiones, los municipios “no se están tomando en serio las nuevas obligaciones legales e improvisan, sin presupuestos ni responsables claros. Aunque en la gestión de las colonias es clave la colaboración de las entidades de protección local así como de voluntarios que asuman su alimentación, la esterilización debe ser realizada por veterinarios y por muy vocacional que sea esta profesión hablamos de intervenciones quirúrgicas que bajo ningún concepto pueden ser altruistas”. 

    Así se manifestó el 26 de marzo en nota de prensa el presidente de Icoval, Gonzalo Moreno del Val, tras analizar la situación creada medio año después de la entrada en vigor de la normativa estatal y de un año de la valenciana y tras recibir una propuesta del Ayuntamiento de Ibi (con más de 23.000 habitantes) que ha provocado indignación en la entidad. 

  En el referido escrito, este consistorio pregunta a Icoval sobre un posible grupo de “veterinarios voluntarios” para hacer esterilizaciones, una solución a la que intentaría recurrirse  mientras se resuelve el “bloqueo presupuestario” que dice padecer este municipio. En la respuesta colegial se advierte que la entidad es “contraria” a esta figura (la del voluntariado) y se alerta de que esta fórmula ya provocó en el pasado “graves problemas”. Icoval se refiere así a los episodios que se dieron hace años en municipios alicantinos –como el propio Ibi- cuando el colegio tuvo que actuar ante la sucesión de campañas clandestinas de esterilización promovidas por una asociación animalista y realizadas por veterinarios extranjeros, que incumplieron las más elementales medidas de buena praxis.

Ayudas
Lo entonces denunciado fue tan grave que Icoval intensificó las conversaciones con las administraciones para buscar fórmulas con las que auxiliar a los ayuntamientos. Gracias a tales contactos, hace ahora 9 años, la Diputación de Alicante arrancó un plan pionero que durante este tiempo ha permitido una inversión acumulada de más de 2 millones de euros. A través de convenios de los ayuntamientos con las clínicas locales, aplicando un protocolo de buenas prácticas redactado por Icoval y en virtud de tales ayudas se han esterilizado decenas de miles de gatos.  El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 convocó en 2023 otra línea de ayudas de 2 millones para todo el país con idéntico fin pero son pocos los ayuntamientos que pueden aspirar a tales subvenciones porque las exigencias son bastante altas.
 

 “Gracias al efecto acumulado de las ayudas de la Diputación, Alicante está varios pasos por delante en la aplicación del método CER. Existen ayuntamientos como el de Orihuela, que son modélicos en este sentido pero hay otros que se limitan a improvisar”, explica el presidente de Icoval.

Precariedad y estrés
En su réplica al Ayto. de Ibi, Icoval hace hincapié en los estudios que sitúan a Veterinaria como una de las licenciaturas superiores peor pagadas. Recientes análisis, además, vinculan  la mayor precariedad detectada con las graves alteraciones emocionales y al estrés que los veterinarios sufren en su actividad diaria.

  La técnica CER estabiliza inmediatamente el tamaño de la colonia si por lo menos se actúa sobre el 70% de adultos fértiles. Una esterilización cercana al 100% dará lugar a una declinación gradual de la población. Cualquier acción por debajo de estos umbrales implicará que la inversión realizada acabe por ser inútil.