Moreno del Val:

¿Cómo se decidió a presentar su candidatura a consejero?

-Ha sido una decisión difícil. Había mucha gente que me animaba a dar el paso pero presidir un colegio como el de Alicante es complejo, también tengo un trabajo exigente y  una familia con dos niños pequeños. Soy el único presidente de España menor de 40 años y eso no es una casualidad. Los jóvenes tenemos suficiente preparación y un enfoque que debe estar presente  en el CGCVE, pero poder conciliar familia, trabajo, y colegio no es fácil. Ya he renunciado a algunas cosas y si accedo al Consejo será todo un poco más difícil. También es cierto que vengo defendiendo desde el principio otra manera de gestionar nuestra profesión, y si no me implico no puedo esperar que los cambios vengan solos.

¿Cómo afronta las elecciones?

- Creo que en general todos pensamos que el Consejo necesita un cambio, debe modernizarse, adaptarse lo que nuestra profesión necesita de él en el s. XXI, debe responder de manera más ágil y con un criterio claro y motivado a los retos que vayan surgiendo, ha de tener mayor capacidad de interacción con los colegios y colegiados, con las universidades, asociaciones, administraciones....

   Este es mi objetivo en estas elecciones: ser parte de un proyecto, en una candidatura conjunta que representa una corriente de cambio, de renovación. Hay otras propuestas más conservadoras, de continuidad, pero no creo que sea éso lo que necesitea en este momento nuestra profesión.

¿Cómo se consigue todo esto?

- Bueno, en todo caso desde el trabajo, y con un proyecto integrador, que sepa escuchar y lidere la respuesta a los grandes retos de nuestra profesión. Se trata de intentar, desde lo que ya tenemos, renovar y mejorar la organización colegial. Sé que los cambios, a veces, producen vértigo, pero no hablamos de una revolución.

     Tenemos importantes metas por delante: digitalización, especialización, One health, reconocimiento co-mo sanitarios, bienestar animal, etc., pero no debemos afrontarlos como un problema, sino como una oportunidad. Eso sí, creo que como veterinarios debemos abordar todos estos retos desde una perspectiva científico-técnica. Es lo que somos y es ahí -en ése plano- donde nuestra palabra adquiere mayor valor. Debemos también intentar aunar fuerzas, y en este sentido resulta ineludible y más que necesaria la colaboración con las universidades. Es esencial que intentemos coordinarnos con ellos.

¿Qué destacaría de Icoval?

- Uno no puede pensar diferente en el colegio y el CGCVE. En Icoval ya hemos puesto en práctica algunos de los principios y valores que he comentado anteriormente. De ahí, que estoy convencido de que seremos capaces de aportar nuestro granito de arena para intentar renovar y mejorar el Consejo.

   Somos, por ejemplo, la primera institución colegial del país en disponer de un grado tan elevado de digitalización y, entre otros cambios, ya contamos con una sede electrónica; estamos intentando poner en valor el carácter sanitario de los veterinarios clínicos con un estudio científico conjunto con la Universidad de Murcia; somos la única provincia española en la que existe un reconocimiento oficial a la titulación de diplomado europeo o americano,; colaboramos cada vez más con otras profesiones con esa visión One health que también nos refuerza como sanitarios, propusimos al CGCVE crear una red de asesores jurídicos de colegios, que es un enfoque colaborativo que permite aunar esfuerzos en favor de todos, especialmente de los más pequeños, etc.