Moreno del Val: "Mi candidatura es continuista pero vamos a impulsar novedades, como la digitalización del colegio"

Gonzalo Moreno del Val, candidato a la presidencia de Icoval, apabulla con su curriculum pero sorprende por su trato afable. Su aspecto aniñado se diluye pronto cuando se confirma la firmeza de su criterio y la solidez de sus valores. Afronta ya un primer sinsentido: la obligación estatutaria de celebrar elecciones el próximo 16 de diciembre aún siendo la única opción. Formado colegialmente bajo el mandato del aún presidente en funciones, Eduardo Montes, se atisba una presidencia continuista pero con una fuerte impronta propia.

Pregunta.- ¿Cómo calificaría su programa para Icoval?, ¿continuista o rupturista?
- Será continuista, sin duda. La mayor parte de la junta actual vamos a seguir y en líneas generales, el colegio seguirá funcionando como lo viene haciendo.

P.- Avánceme las líneas de acción más novedosas
- Vamos a adaptar el colegio a las nuevas tecnologías. Implementaremos mejoras para ofrecer más servicios que puedan prestarse a distancia y sin papel. El primer paso será desarrollar la sede electrónica, con la que podremos comunicarnos con los colegiados, sociedad en general y otras instituciones en formato electrónico. Exploraremos la posibilidad de contar con una tarjeta de colegiación inteligente que permita firmar electrónicamente documentos. Podría ser ésta una herramienta de gran valor a la hora de luchar contra el intrusismo profesional.
Por otro lado, la formación on-line debe tener más peso. Queremos disponer de una plataforma para desarrollar nuestros propios contenidos y no solo ofrecer cursos externos.También debemos atraer y promover la celebración de más congresos en nuestra provincia.
Hay que renovar también los estatutos colegiales Hay cuestiones, como que sean necesarias elecciones habiendo una candidatura, que no están bien reguladas.
Otra prioridad será acercar el colegio a los colegiados, y para ello contactaremos con los distintos colectivos veterinarios, incluyendo los minoritarios y repetiremos las jornadas comarcales que se celebraron hace tiempo. Escucharemos a todos para identificar sus problemas y actuar buscando soluciones.

P.- ¿De qué manera cree que se manifiesta la saturación que se denuncia que padece el sector clínico?
- Pudo verse en el congreso de AEVA, con clínicas que sobreviven a duras penas y una competencia implacable. Al colegio nos llega el reflejo de todo esto: situaciones personales difíciles, solicitudes de orientación laboral, denuncias entre compañeros... . La sobreoferta universitaria es claramente uno de los principales problemas. En España se forman más veterinarios de los que necesitamos, tenemos uno de los ratios de estudiantes por millón de habitantes más alto de la UE y las estadísticas del INE sitúan a nuestros licenciados como los peor pagados. Desde los colegios tenemos que seguir intentando que esto cambie con una regulación clara a nivel estatal. No es lógico, por ejemplo, que en la Comunitat, con 2 facultades en activo y una más aprobada aunque paralizada, se oferten prácticamente las mismas plazas de nuevo ingreso para Veterinaria que en todo un país como Francia, que nos supera en extensión y población.

P.- Una línea clara de actuación hasta hoy ha sido la intensificación de las relaciones con los municipios (plan de esterilización, formación a empleados)...
- Mantendremos estas colaboraciones, aunque vigilando siempre que se lleven a cabo en los términos acordados. Es importante que las administraciones soliciten el criterio de los veterinarios y que tengan claro lo que podemos aportarles. Pese a tener las competencias en materia de tenencia de animales, sólo dos ayuntamientos (Alicante y Orihuela) cuentan con puestos de veterinario. De ahí que nuestra prioridad siga siendo insistir en que se incluya la figura del veterinario en sus estructuras de personal.

¿En qué cree que mejorará la situación del veterinario la implantación de la Red de Vigilancia Epizootiológica?
- Uno de los retos más importante que afronta nuestra profesión es ser reconocida como profesión sanitaria. Lo somos por ley, pero necesitamos que la sociedad y la Administración nos identifiquen como tales. Esta red de vigilancia contribuirá a ello porque afecta a cuestiones de salud pública. Que nuestro trabajo afecte a las personas nos puede ayudar en otras cuestiones como la rebaja del IVA o la lucha contra el intrusismo.