El Colegio de Alicante alerta sobre el boom de clínicas y lamenta que se continúe especulando con la creación de más facultades públicas o privadas de Veterinaria

Nota de prensa distribuida a los medios:

Alicante, 21 de marzo de 2015.- Al cierre de 2014, existían 299 centros veterinarios en la provincia de Alicante por los 218 de cinco años antes, lo que supone un aumento del 27%. Considerando que el Colegio de Alicante (Icoval) tenía en diciembre a 840 colegiados en activo, la proporción resultante es clara: (más) de uno de cada tres profesionales ejerce tras abrir su propio centro y se estima que tres de cada cuatro trabajan en este sector (como asalariados o empresarios). Icoval alerta que el acelerado ritmo de aperturas de centros, la reducción del gasto derivado de la crisis agravado por la subida del IVA y la constante incorporación de nuevas promociones de licenciados "ha saturado el sector clínico cuestionando la viabilidad de sus empresas, con tasas de paro desconocidas". Así se manifiesta el presidente de la entdad colegial, Luis Eduardo Montes, quien tilda de "grave insensatez e irresponsabilidad" los sucesivos anuncios para la apertura de la que será la cuarta (en El Campello) y la que podría haber sido la quinta (Orihuela) facultad Veterinaria de la Comunitat, como proponía recientemente alguno de los candidatos a rector de la Universidad Miguel Hernández.

Hoy existen 432 veterinarios por cada millón de habitantes en la provincia, una cifra superior a la de otros países europeos que dedican un mayor gasto a la atención a mascotas y en los que, además, se tiene un potencial ganadero y agrolimentario mucho mayor, lo que garantiza mejores salidas laborales. Mayor amenaza supone para la profesión el fuerte incremento de la oferta universitaria española de Veterinaria, que ahora conlleva incorporar 1.200 nuevos licenciados al año procedentes de hasta 12 centros pero que en sólo unos años podría situarse cerca de los 1.800 con hasta 16 facultades. Cifras que contrastan con los 400 licenciados anuales generados en Francia, 770 de Alemania, 225 de Holanda o los 84 de Suecia. La tupida red de facultades tejida con estos estudios contrasta con el carácter estratégico que tiene esta carrera en el resto de Europa, lo que ayuda a entender por qué Alemania sólo cuen¬ta con 6 universidades de esta disciplina, Francia 4 y Reino Unido 7.

"Con los proyectos anunciados y en marcha, en los 240 km de distancia del eje Valencia-Alicante-Murcia se dará la mayor concentración de facultades de Veterinaria de Europa hasta 5 lo que significará crear una nueva industria de parados en torno a esta carrera", advierte el presidente de Icoval, Luis Eduardo Montes. Efectivamente, la saturación ya existente se agravará: en Valencia operan dos facultades privadas (la Cardenal Herrera-CEU y la Universidad Católica), en Murcia la UAM también ofrece estos estudios, hace meses el rector de la Universidad de Valencia anunció que para 2016 se impartiría también esta disciplina y ahora en la provincia de Alicante la empresa Mare Nostrum y el citado candidato a rector promovían otras tantas. "La sociedad no puede permitirse el gasto que conlleva abrir una nueva facultad pública dado que estos estudios son los más caros de levantar y mantener y la Administración autonómica debiera limitar las aperturas de centros privados y garantizar la calidad en su desempeño. En Europa, de hecho, no existen facultades privadas porque los Estados entienden que la función veterinaria es clave para garantizar la sanidad animal y salud pública y por ello las controlan directamente", sentencia Montes.

Icoval ha realizado un estudio relacionando las aperturas de centros veterinarios con el peso demográfico de los municipios donde se ubican. Así, en la provincia alicantina existen de media 6.501 habitantes (hab.) por cada centro (clín.), cuando lo recomendable según los estándares europeos se situaría en 10.000/15.000 hab.. Según el ci¬tado informe, es el factor residencial y la condición de municipio de costa, con playa e importante presencia de extranjeros, el que se encuentra detrás de la mayor parte de municipios alicantinos con mayor densidad de clínicas por habitante. Como refleja el gráfico, el ’top five’ de este grupo de poblaciones alicantinas de tamaño considerable con mayor oferta sanitaria para pequeños animales estaría liderado por Altea (2.814 hab./clín.); Dénia (3.788 hab/clín), La Nucía (4.005); Calpe (4.487) y Santa Pola (4.504). Municipios, todos ellos, que se sitúan en ésa franja baja del ratio con un número destacado de centros, de entre los 11 de Dénia y los 5 de La Nucía.

El diagnóstico aludido -zona residencial y con muchos extranjeros- se confirma también atendiendo a las circunstancias de otros municipios de menor tamaño. Concretamente, existen un buen número de demarcaciones con poblaciones de entre 5.000 y 15.000 habitantes que reúnen estas características, entre las que destacarían San Fulgencio (2.309 residentes por clínica); Pedreguer (2.479 hab/clín.); Rojales (3.137); Ondara (3.316) o Pego (3.381).

"Antes de abrir clínica o de elegir carrera se debería analizar el mercado y considerar las salidas laborales, o lo que es lo mismo, se debe tener en cuenta que la actividad de un veterinario, más allá de lo vocacional, tiene un calado empresarial que es el que permitirá tener un futuro " matiza Montes. La propia Federación Veterinaria Europea (FVA) mostró en noviembre, en una carta dirigida al presidente Alberto Fabra, su “preocupación” por el establecimiento en Alicante y Valencia de “centros que promoverán nuevos licenciados para un mercado ya saturado”.