Protestas contra la eclosión de facultades veterinarias

La Conferencia de Decanos arrastra al CGCVE a una movilización a las puertas de las 12 facultades del país contra la apertura de 5 nuevos centros de Veterinaria, entre ellos, uno en Valencia y otro en Alicante

La movilización convocada por la Conferencia de Decanos y Decanas de Veterinaria de España (CdVE) llevó el pasado día 17 de diciembre a cientos de estudiantes y profesores a manifestarse a las puertas de sus centros universitarios a las doce del mediodía contra la apertura en tan sólo dos o tres años de hasta cinco nuevas facultades de Veterinaria, dos de ellas en la Comunitat (en El Campello -Alicante- y en Valencia). La acción acabó por ser secundada por el Consejo General de Colegios Veterinario (CGCVE) presidido por José Badiola y a los pocos días, además, se adhería también la Confederación Empresarial Veterinaria Española.

En Valencia, la concentración fue realizada en una plaza contigua a la Facultad de Veterinaria de la Cardenal Herrera-CEU, donde se concentraron unas decenas de profesionales y sobre todo de estudiantes y profesores encabezados por su decano, Santiago Vega. En representación del Colegio de Valencia (ICOVV) acudió uno de los miembros de su Junta de Gobierno, Santiago Peris Silla.

Informe y anuncios

En julio, meses después de que se tuviera conocimiento de que Mare Nostrum avanzaba con sus trámites para instalar una facultad con estos estudios en El Campello y cuando también se tenían noticias del proyecto de una pública en Lérida, la asamblea de presidentes del CGCVE ya aprobó un pronunciamiento contra la apertura de nuevos centros universitarios y se encargó a la Federación Veterinaria Europea (FVE) que elaborara un informe al respecto y se pronunciara. En aquella asamblea se mostró especialmente beligerante el presidente del Colegio de Veterinarios de Alicante (Icoval), Luis Eduardo Montes, expresando su preocupación por las consecuencias que podría tener sobre el mercado laboral la apertura del citado centro en su provincia.

La cuestión se diluyó en el tiempo y fueron los anuncios de la aprobación definitiva a finales de octubre de la referida universidad pública de Lleida -que rechazó ampliar los estudios de posgrado con una especialidad en ganadería, como se le instaba desde la entidad colegial- y del decano de la Universidad de Valencia, Esteban Morcillo, en el sentido de retomar el proyecto paralizado en 2011 por la falta de fondos de la primera facultad pública de la Comunitat, los que aceleraron los acontecimientos.

A los pocos días y como también informó este boletín, la organización que engloba a las 12 facultades de Veterinaria españolas dio a conocer un demoledor informe en el que ya se alertaba acerca de la sobreoferta universitaria. Y se daban cifras: en la situación actual el mercado laboral demanda unos 600 veterinarios pero cada año salen unos1.200 licenciados. Junto a ello, más allá de hacer un llamamiento a las agencias de evaluación en favor de asegurar la calidad de los estudios y a las autoridades autonómicas sobre la conveniencia de que valorasen “la necesidad real” de aprobar nuevos centros y sus “repercusiones económicas”, ya se instó expresamente “a la profesión, representada por el CGCVE, a que denuncie esta situación y luche racionalmente contra la apertura de nuevas facultades”.
Sólo cuando, de forma unilateral, se convocaron las protestas incluso a las puertas de los colegios, la entidad presidida por Juan José Badiola decidió subirse al carro de la movilización y a hacer suyo tal informe y sus demandas.

Icoval y las cartas de la FVE

Por su parte y antes de anunciarse las movilizaciones, gracias a las gestiones del presidente de Icoval, el director ejecutivo de la FVE, Jan Vaarten, remitía una carta al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra con copia a la consellera de Educación, María José Catalá, cuestionando abiertamente cómo el proyecto promovido por Mare Nostrum en El Campello podía “garantizar la calidad en la educación de Veterinaria” y en particular las necesarias prácticas que requiere. En la misiva, fechada el 24 de noviembre, Vaarten mostraba, además a las autoridades valencianas su “preocupación” por el establecimiento de “centros que promoverán nuevos licenciados para un mercado ya saturado”. Para Montes (Icoval), es “lamentable que los mismos decanos que propiciaron la masificación de la oferta universitaria actual, sean ahora quienes critiquen la situación que ellos han alimentado”.

5 facultades para situarse a la cabeza de Europa

Los 5 proyectos de Veterinaria que están en ciernes situarían a España al mismo nivel que Italia -con 17 facultades- a la cabeza de Europa. Así, ya se ha aprobado crear una facultad pública en la Universidad de Lérida para el curso 2015-2016, hay planes de abrir otra también pública en la Universidad de Valencia para el curso 2016-2017 y siguen tramitándose dos centros privados en Alicante y Madrid más un quinto público en Vitoria, que está paralizado pero que como en el caso de Valencia se especula con que también pueda retomarse.
Sin embargo y según los ratios de la la European Association of Establishments for Veterinary Education (EAEVE) y de la FVE, en España solo se necesitaría que existieran entre 4 y 7 facultades. De las 12 hoy existentes, sólo 8 cumplen con el sistema de acreditación comunitario de EAEVE.

León, tercer suspenso

A principios de diciembre se conocía, precisamente, que uno de los miembros de la CdVE convocantes de la protesta había fracasado por tercera vez en el examen de EAVE. El obstáculo ha vuelto a ser el hospital veterinario y el escaso número de casos clínicos que en él ven los alumnos.

Las explicaciones de Morcillo

Por su parte, el rector de la Universidad de Valencia, Esteban Morcillo, defendió la iniciativa de promover una facultad de esta disciplina para el año escolar 2016/17 en un desayuno informativo que coincidía con la jornada de protestas de veterinarios.
Morcillo recordó que el proyecto ya fue aprobado por la ANECA (la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad) hace años y que “no se implantaron en 2010 porque no se disponía de los recursos” y en concreto no se tenía “una buena clínica veterinaria”. Ahora sí podrá disponer de las instalaciones hospitalarias gracias al acuerdo alcanzado por las universidades públicas con la Generalitat para pagar parte de la denominada deuda histórica que la Administración tiene reconocida con el sistema público universitario valenciano. Aún reconociendo que el mercado ha perdido capacidad para absorber los titulados, Morcillo defendió el derecho a implantar la titulación y denunció la falta de una “planificación estratégica” y de regulación, tanto estatal como autonómica, en la puesta en marcha de nuevas carreras que implique a las universidades privadas.