Desparasitación también en invierno

Los parásitos son seres vivos que viven a costa de otro ser vivo superior, habitan dentro o sobre ellos y les causan molestias que pueden llegar a ser muy perjudiciales. ¡Y viven también en los meses fríos! Desde hace algunos años es habitual escuchar acerca del calentamiento global y el cambio climático. Fue en 1992 cuando se dio el primer paso a nivel mundial para afrontar este preocupante problema. Ese año tuvo lugar la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Le siguieron el Protocolo de Kyoto, en 1997, y el Plan Intergubernamental sobre el cambio climático en 1998.

Todo el año
Algunas de las consecuencias de este cambio en el clima son el aumento de los niveles del mar, desórdenes en el patrón y cantidad de precipitaciones o un aumento de temperatura a nivel global; de hecho la temperatura ha aumentado un promedio de 0,74 ºC durante el siglo XX. Sin embargo, no estamos tan familiarizados con otros efectos como la desaparición de ciertas especies o la expansión de parásitos causantes de enfermedades hacia nuevos destinos. Cada vez hay más pruebas fehacientes de que esto se está cumpliendo. Es el caso, por ejemplo, del flebotomo transmisor de leishmaniosis, enfermedad parasitaria irreversible típica de áreas cálidas, que ahora ya se está extendiendo por el norte de España y de Europa.

Pero no es el único que está consiguiendo sobreponerse a los meses fríos: ectoparásitos como pulgas, piojos o garrapatas se aprovechan de nuestros modernos sistemas de calefacción y alfombras, para seguir presentes todo el año.

No hay que bajar la guardia
Mucha gente cree que con la llegada del frío ya no es necesario aplicar productos antiparasitarios a las mascotas, ya que con las bajas temperaturas las pulgas y garrapatas mueren. Sin embargo, los parásitos permanecen vivos también en invierno, aunque en menor cantidad.

Pulgas y garrapatas resisten
Los huevos y las formas juveniles de las pulgas encuentran refugio todo el año entre las fibras de tejidos de alfombras, sofás y mantas de las casas, donde estarán viviendo a sus anchas a costa del calor que les aporta la calefacción o la chimenea.

Por otro lado, hay estudios que demuestran que las garrapatas pueden sobrevivir a temperaturas de menos de 4 ºC, así que pueden superar el invierno con facilidad. Lo único que necesitan es un huésped dispuesto a acogerlos.
De este modo, cualquier perro u otros mamíferos domésticos y salvajes sin protección frente a los insectos, serán la posada idónea para que estos parásitos puedan comer, crecer y reproducirse.

Prevenir mejor que curar
Sin duda, el mejor tratamiento para estas enfermedades parasitarias es la medicina preventiva. En este caso, la máxima de “prevenir es mejor que curar” se cumple perfectamente.
La estacionalidad ya no es un factor importante a la hora de desparasitar a las mascotas, y es necesario cambiar viejas ideas enraizadas: la desparasitación debe ser durante todo el año. Si los animales quedan sin proteger pueden contraer enfermedades e, e incluso transmitirlas a los humanos.
Para planificar desparasitación personalizada más adecuada para una mascota debe acudirse a la clínica veterinaria. Espráis, collares, pipetas, comprimidos… ayudarán a no descuidar la prevención en ninguna época del año. El veterinario indicará lo que más conviene en función del área en la que se resida y los hábitos de vida.

Algunas enfermedades transmitidas por ectoparásitos
Hay numerosas enfermedades que nos pueden transmitir los ectoparásitos:
-Ehrlichiosis canina
-Piroplasmosis
-Dermatitis Alérgica por Picadura de Pulga (DAPP)
-Dipilidiosis
-Rickettsiosis
-Hemoplasmosis
-Bartonelosis
-Hepatozoonosis
-Enfermedad de Lyme
 

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