La consecuencia más directa es el sufrimiento de los animales afectados, que suelen acabar sus días muriendo tras vivir en penosas condiciones. Pero existen otras importantes repercusiones: hay un coste medioambiental, ya que al convertirse los animales que se abandonan en asilvestrados, pueden producir daños en la fauna autóctona, y en las propiedades agrícolas y ganaderas. Hay un coste en accidentes de circulación, provocados por animales abandonados que cruzan las carreteras. Hay un coste sanitario, al poder convertirse estos animales en focos de enfermedad. Y hay un coste económico, al tener la administración que dedicar medios para recogerlos y mantenerlos, fondos que bien podrían dedicarse a otras necesidades sociales si los abandonos desaparecieran.
El principal origen de este problema es el nacimiento de animales no deseados fruto de cubriciones fortuitas. Está comprobado que esto no suele ocurrir con los animales comprados, y que casi la totalidad de perros y gatos abandonados proceden de camadas nacidas por descuido.
Mientras en España persiste esta situación, en países como Holanda, Suecia o Alemania, está prácticamente erradicado. Pero, ¿dónde está la diferencia? En la educación sobre la importancia del control de la natalidad animal. Los tabúes sobre la esterilización o castración, permiten que cada año nazcan miles de animales mestizos y no deseados, cuya suerte en un gran número de casos es acabar abandonados. La falta de educación en una propiedad responsable, junto a un amor mal entendido, provocan que muchos propietarios sigan viendo la esterilización como un perjuicio para el animal, al proyectar en él necesidades humanas de procreación.
Es importante comentar que además la castración en las hembras, si se hace antes del primer celo, implica un importante beneficio en una patología de elevada incidencia. En ese caso disminuye el riesgo de aparición de tumores mamarios de forma casi radical. Pero si se hace en la edad adulta, no conseguiremos prevenir en ningún modo la aparición de este tipo de cáncer.
Así pues, es necesaria una sensibilización de la sociedad sobre esta problemática, y potenciar la educación de los propietarios de mascotas. No dude, en pedir consejo a su veterinario, ante cualquier duda sobre el control de natalidad animal.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org