Existen diversas especies que pueden propinar picaduras o mordeduras a nuestros animales de compañía. Y no solo pulgas, garrapatas o mosquitos. Aquellos a quienes gusta sacar a pasear sus animales por el campo, pueden encontrarse un día con que su mascota se acercó demasiado a donde no debía. Por ello, es conveniente conocer qué tipos de seres vivos pueden causar estos problemas, y cuales son sus efectos.
En lo que concierne a las serpientes, en España sólo hay cinco serpientes venenosas: tres tipos de víboras, y dos culebras, si bien estas últimas de mucha menos importancia. Las víboras tienen hábitos crepusculares, y atacan si se sienten acorraladas. Su mordisco se evidencia por dos incisiones paralelas, de unos 2 milímetros de longitud, y separados unos 7 milímetros. En cambio, las culebras marcan una hilera puntiforme de dientes, sin apenas separación entre ellos.
La gravedad del veneno depende de la potencia del mismo, de la cantidad inoculada, y del peso, estado sanitario y zona de inoculación en el animal afectado. Ahora bien, las mordeduras de las serpientes en España, por lo general no producen trastornos graves, y por ello no suelen llegar a ser mortales.
En cuanto a síntomas, los animales de compañía tienen una ventaja en relación al ser humano. Y es que cuando una persona es mordida por una serpiente, el miedo y la aprensión por si solas pueden provocar agitación, hiperventilación, taquicardia, sequedad bucal, y sudoración. Aunque la serpiente no sea venenosa.
En los animales de compañía, al no ser conscientes de la posible gravedad de esta picadura, sólo se producen síntomas en los casos en los que el veneno es realmente tóxico, o si se produce una reacción alérgica.
Entre los síntomas podemos distinguir color amoratado en la zona de inoculación, y una gran inflamación al cabo de una hora. También pueden aparecer vómitos, dolor abdominal, diarrea, y sed. Las formas más graves no suelen ser frecuentes, y si se dan consisten en depresión neurológica, hemorragias, alteraciones respiratorias y shock.
La prevención es ciertamente difícil. Casi la única posibilidad es intentar evitar los paseos con nuestro perro por zonas donde puedan habitar estos animales. Lo más oportuno ante la mordedura de una serpiente es acudir inmediatamente al veterinario para que aplique el tratamiento pertinente y, como mucho, actuar limpiando la herida con un antiséptico. Si el acceso no es rápido, podemos aplicar un torniquete, que se aflojará durante 30 segundos cada 10 minutos, hasta llegar a la clínica. La incisión sobre la mordedura actualmente no se recomienda, ya que según la mayoría de autores, provoca una más rápida difusión del veneno en la zona, y aumenta la posibilidad de infección y necrosis.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org