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La cistitis en las mascotas

 En sí misma la palabra cistitis significa “inflamación de la vejiga de la orina”. Esta hinchazón puede tener su origen en diversas causas. El aparato urinario está formado básicamente por los riñones, los uréteres, la vejiga de la orina y la uretra. Todas estas estructuras están encargadas de crear la orina y eliminarla. Son órganos y vísceras que tienen un contacto con el exterior (las vías de salida de la orina), por lo que necesitan un sistema de defensa potente para no infectarse con los microbios externos. Pero en ocasiones estas defensas fallan y aparece la incómoda cistitis.

Las hembras (perras y gatas) sufren con más frecuencia las cistitis, porque su uretra es más corta que en los machos y es más fácil padecer las infecciones urinarias. En cambio, son los machos los que tienen más problemas por obstrucción de la salida de la orina.

Causas
Esta inflamación de la mucosa de la vejiga de la orina suele estar provocada por infecciones de la orina. Las bacterias y microorganismos que causan la cistitis aprovechan la bajada de defensas del animal para proliferar dentro de la vejiga.
Muchas veces estas infecciones urinarias son secundarias a otros problemas de base que alteran el buen funcionamiento y el mecanismo de protección del tracto urinario. Como factores desencadenantes de la cistitis podemos destacar:
• Presencia de cálculos o abundantes cristales urinarios
• Malformaciones del aparato urinario
• Algunas enfermedades endocrinas
• Otras enfermedades que disminuyen las defensas propias del animal
• Presencia de tumores o metástasis
Para poder controlar la cistitis correctamente habrá que tratar la infección de orina pero también cualquiera de los factores desencadenantes, en el caso de que los padeciera el enfermo.

¿Cómo detectar la cistitis?
Es una enfermedad muy molesta para las mascotas y también para las personas que la padecen, porque aumenta la necesidad de orinar y a su vez provoca un intenso escozor o dolor durante la micción. Como resultado, el animal enfermo estará desganado y dolorido y esto lo perciben perfectamente sus propietarios.

Algunos de los principales síntomas que nos alertan sobre una posible cistitis serán:
• Apatía y/o letargia.
• Tienen más ganas de salir a la calle (perro) o de ir a la bandeja de piedras (gato) para poder orinar más frecuentemente.
• Se quejan o adoptan posturas extrañas durante la micción.
• Orinan muchas veces pero poca cantidad.
• La orina es de color rojizo por la presencia de sangre.
• Se lamen y acicalan excesivamente las zonas genitales.
• Se pueden observar gotitas y charcos de orina en lugares donde habitualmente no miccionan las mascotas (por el suelo de la casa, en sus propias colchonetas y cunas…).

No todos los enfermos tienen por qué presentar todos los síntomas descritos. La aparición de alguna de estas señales nos indica que algo no va bien y que nuestra mascota requiere una revisión veterinaria.

En la consulta veterinaria
Cuando llega un paciente a la consulta veterinaria con alguno de los síntomas descritos anteriormente, se le realiza una exploración física completa. En muchas ocasiones también es necesario realizar analíticas (de orina, de sangre) e incluso otras pruebas diagnósticas como radiografías, ecografías… Con toda esta información se concluye con un diagnóstico definitivo que determina el tratamiento médico o quirúrgico adecuado para cada paciente.


Una de las pruebas fundamentales para evaluar el tipo de cistitis y su origen es el análisis de orina. El propietario tiene que facilitar al veterinario una muestra de orina para examinar el pH, la presencia de sangre, de infección, de cristales,… en la orina del enfermo.

Recaídas
A veces, tras la curación de una cistitis, puede volver a aparecer el problema. Esto se debe a dos cuestiones: que las bacterias que provocan las infecciones urinarias se han hecho fuertes y resisten a los tratamientos antibióticos (por eso esta enfermedad requiere tratamientos antibióticos prolongados en el tiempo), o que alguno de los factores desencadenantes de la cistitis no están del todo controlados.
 

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