I Curso de salud pública municipal para veterinarios

Los pasados 21, 22, 23, 28, 29 y 30 de septiembre tuvo lugar en las sedes de los Colegios Oficiales de Veterinarios de Murcia y Alicante el I Curso de Salud Pública Municipal para Veterinarios, organizado conjuntamente por ambas instituciones y la Asociación de Veterinarios Municipales AVEM. La iniciativa tuvo como objetivo exponer de forma somera las actividades de los veterinarios municipales en pro de la seguridad del municipio, así como revitalizar y difundir su figura como agente de salud pública, una importante actividad profesional y quizás de las menos conocidas por el gran público.

Los contenidos del curso abarcaron todas las facetas profesionales del veterinario municipal, como sus competencias en materia de salud; las responsabilidades que desempeña en la sanidad, bienestar y protección animal, así como en el control de la cadena alimentaria. Del mismo modo, se expuso cómo se previene y controla las plagas a nivel municipal, los controles a realizar en los centros de acogida de animales y la emisión de informes técnicos sanitarios.

El profesorado estuvo formado por veterinarios municipales expertos, como Javier Gavela García, Técnico Superior de Salud Pública en el Ayuntamiento de Las Rozas –Madrid- en 1989 y 1990, y Técnico de Salud Ambiental hasta la actualidad.; Ángel Cascales Seoane, Jefe de la Sección de Control de Alimentos de Origen Animal y Protección Animal de la Junta Municipal de San Blas, Ayuntamiento de Madrid; y Fermín Quero de Lera, Jefe de Sección de Higiene de Alimentos del Ayuntamiento de Valencia, quienes impartieron sus clases magistrales en la sede del Colegio de Murcia los días 21, 22 y 23 de septiembre.

Por su parte, José Mª Cámara Vicario, Jefe de la Unidad de Control de Vectores de Madrid- Salud, y Responsable del Servicio de Control de Vectores del Ayuntamiento de Madrid; Olga Gracia García, Jefa de la Sección de Control de Alimentos de Origen Animal y Protección Animal del distrito de Carabanchel, Madrid; y Juan Carlos Ortíz Menéndez, Jefe de Departamento de Sanidad, Calidad y Consumo del Distrito de Hortaleza, Ayuntamiento de Madrid, intervinieron como ponentes en la sede del Colegio de Alicante el 28, 29 y 30 de septiembre, respectivamente.

El curso tuvo un carácter reivindicativo de la profesión veterinaria como garante de la salud municipal, ya que, según Juan Carlos Ortiz, en la actualidad de los 360 municipios de más de 20.000 habitantes del territorio español, no más de 70 cuentan con la figura del veterinario municipal. Esta falta de expertos facultativos desemboca en “situaciones de riesgo, ya que los ayuntamientos que no contratan a veterinarios recurren a las Comunidades Autónomas para que realicen estas funciones y muchas veces no se llega a realizar el trabajo, como el control sanitario de los productos que se venden en los mercadillos ambulantes, por ejemplo. La salud pública preventiva ocupa un lugar secundario en las prioridades de los ayuntamientos”, apuntó Ortíz.

En la actualidad hay más de 4.000 mercadillos ambulantes en todo el territorio español, muy estructurados y con amplia tradición. En ellos se venden productos de mayor o menor riesgo sanitario, pero no se hacen las correspondientes actas de inspección, lo que puede generar problemas. Se debe establecer por ordenanza municipal los requisitos técnicos sanitarios necesarios y qué productos se pueden comercializar, ya que “sin ánimo de ser alarmista, debido a la crisis económica, mucha gente compra en los mercadillos y con la globalización del mercado, hay muchos productos alimenticios del exterior que no se controlan como se debiera en las fronteras de la UE. Hay una disfunción de medidas y recursos de control y los mercadillos es una vía de distribución que no siempre cuenta con el control adecuado”, explicó Ortíz.

Otras de las importantes funciones de los veterinarios municipales es realizar informes del potencial de los animales peligrosos para la concesión de licencias de tenencia, una responsabilidad, según Ortiz, no siempre atendida por muchos ayuntamientos, que adolece de una falta de información a los dueños de estos animales.

De este modo, Ortiz señala que “debe comenzar una línea de colaboración más estrecha entre los veterinarios y los ayuntamientos para evitar estas situaciones de riesgo y, por nuestra parte, podríamos empezar a ofrecer nuestros servicios con el fin de promover más puestos de trabajo”.

El curso fue acreditado por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias de la Comunidad de Madrid -Sistema Nacional de Salud-, con 5 créditos de formación continuada.