Moià repasa con el CVCV las cuestiones pendientes con los veterinarios

Pero el encuentro dio para más y también hubo oportunidad para defender la conveniencia de unificar el cuerpo de veterinarios oficiales (de la Conselleria de Agricultura y de la de Sanitat) bajo el amparo de una Agencia de Seguridad Alimentaria, que coordine y supervise su actividad respectiva.

Sin calendario para el reglamento
Los representantes de los veterinarios expresaron su malestar con la marcha, sin calendario definido, del nuevo reglamento de bous al carrer, cuya tramitación -pese a afectar a Agricultura- impulsa Presidencia,  a través de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a Emergencias. Así, se repasó la “tortuosa y errática” -en palabras de Ibor-  trayectoria de la modificación del reglamento que deberá regular estos festejos, que ahora podría partir de cero, sin considerar todo lo avanzado en los últimos años.

   Se remarcó la necesidad y obligatoriedad legal del control sanitario y de bienestar animal por parte de un veterinario en estos festejos. Se puso énfasis en éso -que es competencia de Agricultura- y en cómo la intervención de los veterinarios podría haber evitado los casos dados últimamente en los que los astados han muerto por no haberse respetado las condiciones de bienestar.

Nueva Ley
En relación con la próxima aprobación de la Ley sobre Protección, Bienestar y Tenencia de Animales de Compañía, se trasladó la necesidad de que esta norma contemple -por razones sanitarias vinculadas a la vacunación antirrábica y por ser imprescincible para la disminución del abandono de animales- la identificación obligatoria para perros pero también para gatos y hurones. Junto a ello, se reclamó aprovechar esta nueva regulación para incidir en la esterilización, para así contribuir también al objetivo deseado de ‘abandono cero’.

   En tercer lugar, desde el CVCV se abogó por revisar la clasificación de las infracciones según se ha tipificado en el borrador, que no se considera adecuada y que también dista de la establecida en otras autonomías.

    Se incidió igualmente en “la experiencia” y el “decisivo papel “ -aclaró Ibor- que podrían tener los veterinarios y los colegios de veterinarios valencianos en la concienciación, formación y divulgación de esta ley.

La RPT de Agricultura
Gargallo, por su parte, expuso la existencia de puestos de trabajo en la propia Agricultura que podrían ser cubiertos por Licenciados o Graduados en Veterinaria y que en el momento actual no están abiertos para tales colegiados, como son las direcciones de los parques naturales, plazas de estudios agrarios, industrias agrarias o mejora rural, entre otros.

   De igual manera, se abordó la situación creada por la falta de Veterinarios de Inspección Pecuaria en las oficinas comarcales; la ausencia de sustitutos (especialmente para cubrir todo el periodo vacacional); la falta de apoyo administrativo, que “impide un desarrollo eficiente de su trabajo y les obliga a realizar estas tareas en detrimento de las suyas propias” -explica Ibor- y la falta de especialización.