Los ingresos de las clínicas crecen en 2018 por quinto año consecutivo pero hay desaceleración
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Pese a los problemas del sector, las clínicas veterinarias encadenaron en 2018 su quinto año consecutivo de crecimiento tras tocar fondo en 2013, cuando se produjo un retroceso en ingresos del 6,7% por la situación de crisis global y el impacto de la subida del IVA. Según el Informe sectorial 2019 realizado a nivel nacional por la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC), en el pasado ejercicio los ingresos totales se incrementaron en un 3,7%, un dato que demuestra que el crecimiento del sector se ha desacelerado, pero sigue en positivo. Así, dos tercios de los centros veterinarios vieron aumentar sus ingresos en 2018.
En cuanto a la estructura del sector, “nos encontramos en un momento de cambio en el sector de las clínicas veterinarias de pequeños animales”, afirman desde AMVAC.
Competir por precio
Actualmente, el modelo de negocio predominante es el de la clínica de pequeño tamaño, con uno o dos veterinarios. Como explica Jaime Díaz, gerente de AMVAC, “esta situación da lugar a un mercado atomizado, con alto nivel de autoempleo y con rentabilidad ajustada, ya que muchos compiten en precio con otras clínicas cercanas”.
Por otro lado, en los últimos meses, las grandes corporaciones veterinarias europeas y fondos de inversión han mostrado interés en el mercado veterinario. “Han entrado nuevos players en el sector, adquiriendo porcentajes de hospitales de referencia y clínicas de tamaño medio; así como incorporando clínicas a grandes cadenas de tiendas especializadas o integrando en su red a distintos centros”, desarrolla Díaz.
Facultades y falta de convenio
El informe también incide en el “número exagerado” de estudiantes y facultades de veterinaria de nuestro país, donde cada año ingresan 1.400 veterinarios. Esta abundancia de graduados, cerca del doble por habitante que la media europea, unidas a la falta de un convenio que regule las condiciones de trabajo y las categorías profesionales hacen que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los veterinarios sean los profesionales con estudios superiores peor pagados, con un salario neto de 1.063€”
Concienciación y longevidad
Factores sociales y las campañas llevadas a cabo por Gobierno, colegios profesionales y asociaciones de protección animal, han contribuido a la idea de que tener una mascota es una responsabilidad.
Como consecuencia, existe una mayor conciencia en la prevención de la salud de los animales de compañía, que deben ir con más regularidad al veterinario. Esto, unido a los grandes avances en diagnóstico y tratamiento veterinario, han hecho aumentar la esperanza de vida de perros y gatos en un 4% y en un 10% respectivamente desde el 2002 (ver gráfico)
Especialización
La medicina veterinaria en España carece de regulación o reconocimiento oficial que contemple la especialización veterinaria y su desarrollo. A pesar de ello, tal y como recoge el informe sectorial de AMVAC, existen grandes hospitales que cuentan en sus plantillas con diplomados de colegios europeos y americanos en diferentes disciplinas. “Estas especializaciones y el uso de equipos avanzados y de las últimas técnicas, hacen que los profesionales del sector puedan realizar diagnósticos y tratamientos para patologías que hace unos años no se trataban”, enfatizan desde AMVAC. “ Esto supone una mejora significativa en la calidad de vida de nuestras mascotas y su esperanza de vida”, concluyen.
Hace unos años, técnicas tan avanzadas como las que se usan actualmente eran impensables, sin embargo, ya son aplicadas en muchos centros veterinarios de toda España: cirugías laparoscópicas, implantación de marcapasos, implantes dentales, endodoncias, prótesis biónicas generadas con impresoras 3D...