El IVA veterinario, una cuestión de salud pública

La U. de Murcia e Icoval estudiarán la prevalencia de parásitos en heces de perros para poner en valor la atención veterinaria, reforzar su rol sanitario y dar razones científicas para la rebaja

El Departamento de Parasitología de la Facultad de Veterinaria de la U. de Murcia y el Colegio de Alicante (Icoval) han acordado acometer un estudio sobre la prevalencia de los parásitos gastrointestinales en los perros de esta provincia. La investigación, que se irá repitiendo cada año, analizará los resultados de las analíticas de heces de dos grupos de canes: perros controlados y sometidos a cuidados veterinarios y perros no controlados, procedentes de protectoras y centros de recogida. La intención de Icoval es comparar los resultados entre una y otra población para acreditar que aquellos animales con atención clínica y casi siempre desparasitados tienen una menor prevalencia y suponen por ello un menor riesgo para la salud pública. Con tales argumentos científicos, más allá de construir un artículo académico, se pretende reforzar la reivindicación colegial de la necesaria rebaja del IVA a los servicios veterinarios -que lleva desde 2012 al tipo máximo del 21%- así como la imagen y tratamiento del colectivo como los profesionales sanitarios que legalmente sí se reconoce que son.
“Quizá hemos errado en la estrategia a la hora de defender una rebaja de nuestro IVA: como científicos que somos, como profesionales sanitarios, más allá de las palabras o de los argumentos estrictamente tributarios o jurídicos -que ya se han dado a Hacienda- quizá teníamos que haber aportado también datos empíricos y comprobables sobre cómo el tratamiento fiscal que se aplica al sector clínico también puede y de hecho influye, en la salud pública”, explica el presidente de Icoval, Gonzalo Moreno del Val.

Parques
De ahí que, junto a la toma de muestras de estas dos poblaciones, se incluya también en el proyecto un tercer ámbito de estudio especialmente sensible: la recogida de heces caninas y de muestras de arena de parques y jardines públicos donde los niños y perros pueden convivir y donde hay alta probabilidad de que se puedan detectar estos parásitos gastrointestinales, muchos de los cuales pueden transmitirse a las personas.
“Pretendemos hacer una foto fija el primer año y repetir el estudio en años posteriores para obtener una serie de datos objetivos que permitan relacionar la actividad de nuestros clínicos con circunstancias externas que vayan surgiendo como cargas impositivas, cambios legislativos, etc.”, explica el responsable colegial. Por otro lado, con tales resultados acumulados, se podría argumentar la conveniencia de un cambio regulatorio que obligue a una desparasitación periódica y adecuada de los canes.

Tres grupos
Según la propuesta, el proyecto pretende vigilar tres grandes grupos de parásitos intestinales: los protozoos (Coccidios, Cristosporidios, Amebas...); los cestodos (gusanos planos o tenias) y los nematodos (Áscaris, Trichuris, o Ancilostoma...). Dado que muchos de ellos -aunque no todos- son causantes de zoonosis, ya se han realizado estudios semejantes pero ninguno con esta intencionalidad y método.
Hasta ahora, los informes presentados para respaldar una vuelta al tipo reducido del IVA veterinario tenían un enfoque jurídico. La patronal nacional de clínicas -CEVE-, además, presentó otro cuyas principales conclusiones fueron: la subida de este IVA ha alimentado la precariedad laboral en la profesión y no ha logrado aumentar la recaudación.

Red de Vigilancia Epizootiológica
En esta misma línea de actuación -la de reforzar el papel del veterinario clínico como profesional sanitario al servicio de la Salud Pública- debe enmarcarse también la puesta en marcha de la Red de Vigilancia Epizootiológica. Esta red promovida por el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) y que supone la declaración obligada de hasta 10 zoonosis por parte de los clínicos, ha sido también trasladada al CGCVE para que la use como argumento en las conversaciones para rebajar este IVA.