Veterinarios y farmacéuticos acercan posturas

En marzo se produjo un primer encuentro entre la Junta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) y sus homólogos del de Veterinarios (ICOVV). Se quedó entonces en ampliar tales contactos a las corporaciones de sendos colectivos de Alicante y Castellón para seguir así profundizando en un objetivo común: armonizar la interpretación que ambos colectivos realizan de la Ley del Medicamento y tratar de solventar los problemas de disponibilidad de los que se quejan los clínicos y sobre la formalización de las recetas, que suele ser también motivo de lamento por parte de los boticarios. La cita se produjo el pasado 26 de junio. Más allá de consensuar los protocolos para la adquisición en las farmacias de medicamentos de uso animal por parte de veterinarios o de ciudadanos, se acordó trabajar en una guía común para la prescripción y dispensación que, tras ser consensuada, pueda ser finalmente validada por la Conselleria de Sanitat Universal. Éso y repetir reunión en septiembre.

Días antes, el 21 de junio, se produjo otro encuentro entre los representantes veterinarios y los responsables de la Dirección G. de Farmacia. Durante el mismo, se informó a la Administración de los contactos que se iban a dar con los colegios de farmacéuticos valencianos y se aprovechó la ocasión para conocer el resultado de los controles hechos en diciembre por este departamento a decenas de clínicas veterinarias.

Protocolos

Volviendo al encuentro entre colegios, las partes consensuaron los protocolos a aplicar en cada una de las situaciones de compra en las farmacias, tanto por parte de veterinarios como de propietarios de mascotas: para medicamentos con prescripción o sin ella, psicotropos o estupefacientes veterinarios o humanos, medicamentos de uso hospitalario o envase clínico de humana o en los casos de prescripción excepcional por vacío terapéutico.

Resultó inevitable sacar a colación un punto de fricción habitual: la problemática de la falta de stock de medicamentos en las farmacias para los clientes de las clínicas. Cada cual aportó su visión sobre el origen del problema y se acordó estudiar más profundidad este asunto y proponer soluciones en próximas citas.

Tipos de recetas

Se abrió un debate sobre el uso de la receta normalizada (con el sello del Consell Valencià de Colegis Veterinaris, CVCV) y el que se da con las que realizan los programas de gestión particulares de las clínicas. En cuanto a las segundas, se propuso que en la copia para el paciente se incluyese la leyenda ‘Información al paciente. No sirve para dispensación’ (fórmula que ya aparece en las del CVCV) para así diferenciarla con la original que debe conservar la farmacia. Redactando tal cosa se evitarían falsificaciones o duplicidades.

De igual manera, para las destinadas a animales con alguna patología crónica, se planteó que se realice una receta por cada medicamento que se tenga que dispensar incluyendo un “check” con la leyenda ‘Fecha prevista de dispensación’ donde el veterinario tendría que indicar tal cuestión.

La solución ideal -según convinieron ambos colectivos- pasaría por consolidar la receta electrónica pero cada cual tiene sus propios sistemas y a corto plazo es complicado armonizarlos.

Compra para uso profesional

De igual manera, se repasó y ratificó la manera en la que la normativa se refiere a la adquisición de fármacos para el botiquín por parte de los veterinarios. En este sentido, se aclaró que para estas compras no es necesario el uso de recetas y que se requiere de una hoja de pedido para todos los medicamentos y además el ‘vale de estupefacientes’ y el de ‘medicamentos de uso hospitalario’ cuando se trate de sendos tipos de fármacos.

DG. de Farmacia

De otro lado, en el encuentro con la DG de Farmacia, los representantes colegiales de los veterinarios pusieron de manifiesto también las dificultades que supone el emitir receta de todos los medicamentos usados del botiquín veterinario y entregar una copia al propietario del animal. Se sugirió la posibilidad de agruparlos en único documento y las autoridades se comprometieron a estudiarlo. Junto ello y al respecto del problema de disponibilidad, se comprometieron a enviar a los colegios de farmacéuticos y veterinarios una carta instando a las partes a entenderse y a coordinar la información.