El Consell sigue en la indefinición con los veterinarios y los bous al carrer

El Consell se mantiene en la indefinición más absoluta desde que en verano, unilateralmente, el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, planteara la necesaria presencia del veterinario para supervisar los festejos de los bous al carrer. Al menos éso es lo que se deduce de la actitud del responsable político en esta materia, quien ya ha iniciado los contactos para volver a reformar el reglamento que regula estos espectáculos, el mismo que en marzo de 2015 ya se modificó a instancias del entonces conseller de Gobernación, el ‘popular’ Luis Santamaría.

De aquel primer compromiso estival, que tanta polémica y rechazo generó en la Federación de Peñas de Bous al Carrer, Ángel pasó en noviembre y durante el encuentro que mantuvo con los responsables del Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) precisamente para abordar tal cambio, a la inconcreción: ni confimó, ni desmintió.
El pasado 10 de marzo, en el orden del día de la Comisión de Festejos Taurinos Tradicionales figuraba un punto referido a tal propuesta de modificación reglamentaria pero, finalmente, ésta no fue presentada. En su lugar y tras varios intercambios de pareceres entre un asesor de la citada agencia del Consell y los responsables del CVCV, el propio director emplazó a las partes a conversar en petit comité, en una cita ajena a la comisión, que dijo que se encargaría de convocar y que aún no se ha producido.

En tan informal reunión específica, según lo propuesto, deberían concitarse, además de los veterinarios, los representantes de los peñistas, de la Conselleria de Agricultura y de la propia agencia.

Correcciones

Hasta llegar a ésa última propuesta con la que tratar de armonizar posturas sobre el papel del veterinario, la conversación durante la celebración de este foro consultivo entre el citado asesor -Vicente Oliver, presidente de la plaza de toros de Castellón e Inspector Jefe de la Policía Autonómica- y los representantes del CVCV -su presidente, Francisco Beltrán Andreu y su vicepresidente, Luis Miguel Gargallo- transcurrió por derroteros un tanto tensos.

Efectivamente, el supuesto experto en cuestiones taurinas y actual asesor en esta materia del director general, tomó la iniciativa y pasó a esgrimir parecidos argumentos a los vertidos por los peñistas para oponerse a la presencia del veterinario. Llegado un punto, Oliver afirmó que las reses, antes de participar en los festejos, “son revisadas hasta tres veces por los veterinarios y sometidas a test de tuberculosis”.

El también presidente del Colegio de Castellón (Covetcas) interrumpió entonces al asesor para advertirle que tal cosa era incierta, que no sólo los toros llegan sin haberse sometido a las referidas pruebas sino que “pasan a convivir con otros animales, lo que supone otro punto crítico de riesgo”. Junto a ello, otro comentario de Oliver acerca del número REGA también supuso un segundo motivo de reproche por parte del CVCV, cuyos representantes recordaron que tal número es clave para identificar una explotación ganadera -tal como la define la Ley de Sanidad Animal y la Ley de Ganadería de la Comunitat- por lo que todo lo que se aparte de ello supone una “ilegalidad”.

Apoyo de Agricultura y Sanitat

Ambos extremos fueron expresamente confirmados por el representante de la Conselleria de Agricultura en este foro, el subdirector de Producción Ganadera, Vicente Marzá, quien no sólo respaldó la conveniente presencia del veterinario para la supervisión de la sanidad animal sino que alertó sobre el repunte de los casos de tuberculosis bovina.

La representante de Sanitat lo secundó, si bien en este caso lo hizo poniendo el énfasis sobre el “aumento significativo” de casos de esta misma enfermedad, pero en humanos.

Y no es la primera vez que Agricultura y Sanitat apoyan con tales argumentos la necesaria presencia del veterinario en estos festejos. En otras reuniones convocadas por los responsables del Ejecutivo anterior los representantes de sendos departamentos ya habían esgrimido razones de sanidad o bienestar animal, en el primer caso, o de salud pública y seguridad alimentaria, en el segundo.

Pese a que el tema que atañe a los veterinarios sigue ‘aparcado’ la reforma del reglamento avanza: el 9 de abril se celebra en Vila-real un encuentro entre peñas, ayuntamientos, Administración y Colegio de Médicos para, en palabras de José María Ángel, “mejorar la seguridad en el recinto, la respuesta sanitaria y por la tolerancia cero al maltrato”.